Cuando sientes que ya no aguantas más, !No te rindas!

El 2020 nos ha traído muchos desafíos. En algunos momento parecerían ser más de lo que podemos soportar. Estos sentimientos pueden tener muchas razones y todas ellas son válidas. Puede ser una simple frustración o insatisfacción con el mundo en general. Talvez tus objetivos personales antes del COVID-19 ahora ya no tengan sentido. Puede también ser que los cambios en el mundo hayan alterado seriamente el camino que esperabas tomar en el futuro. O puede ser simplemente que te sientas agobiado con tanta mala noticia. Es en estos momentos que crees que ya no aguantas más  que debes enfocarte y decirte: No te rindas, ¡Cree en ti!

No te rindas

Cualquiera que sea la causa, el resultado final es el mismo. Tus sueños, esos que has estado persiguiendo durante meses o años, ya no parecen realistas o importantes y tienes ganas de renunciar a ellos.

Yo conozco este sentimiento muy bien. Durante los últimos años mi familia y yo nos hemos enfocado en nuestras finanzas. Cada semestre revisamos cómo está nuestro patrimonio, como estamos en relación a nuestro presupuesto anual y cuánto nos hemos acercado a nuestros objetivos. Antes de todos estos cambios habíamos estado muy entusiasmados con nuestros logros. Estábamos haciendo un gran esfuerzo para acercarnos cada vez más a nuestros objetivos que en el largo plazo incluyen la independencia financiera.

Entonces, bueno, sucedió el coronavirus. Tuve una reducción significativa en mi salario. Nuestros ingresos pasivos redujeron cuando los inquilinos que nos rentan una casa que alquilamos tuvieron que salir por falta de ingresos. El retorno de nuestras inversiones cayó y el mercado bursátil está inestable. El barrio donde vivimos no parece el mismo, muchos negocios están cerrando. Temo por mi salud y la de mis seres queridos.  Nuestros desafíos aumentaron. Nuestros objetivos a corto plazo cayeron el en olvido. La idea de cuidar nuestras finanzas parecía repentinamente muy irrelevante ante la avalancha de malas noticias.

Tuve ganas de rendirme.

Esa sensación de rendición hizo eco de mis propias experiencias anteriores. Antes de la pandemia y antes de comenzar nuestro propio cambio financiero. Tenía la fuerte sensación de que las cosas con las que había soñado en mi vida se me alejaban y me preguntaba si incluso seguía creyendo en esas cosas.

Sin embargo una voz dentro de mi me decía: no te rindas.

Mientras reflexionaba sobre mis problemas, pasé mucho tiempo pensando en ese momento anterior de mi vida en el que tenía ganas de renunciar a mis grandes objetivos. ¿Qué me impidió abandonar mis objetivos entonces? ¿Qué me hizo obtener las fuerza para aferrarme a esas metas, hacer algunos cambios y aguantar?

Hay tres cosas que que pueden ayudarte para seguir adelante cuando tengas ganas de rendirte.

1. Entiende tus sentimientos negativos

¿De dónde surgen tus sentimientos negativos? ¿Te sientes negativo respecto a tu objetivo mayor o sobre un desafío puntual?

Cuando yo empecé a tomar el control de mis finanzas, después de ahorrar tuve dificultades para alcanzar los rendimientos que deseaba sobre mis inversiones. Hubo momentos que esta dificultad hizo que quisiera renunciar a mi sueño mayor, que era alcanzar la independencia financiera.  Estas dificultades trajeron una fuerte sensación que invertir exitosamente era mucho más difícil de lo que inicialmente creía. Esto hizo que todas mis metas financieras parecieran estar fuera de alcance.

Los sentimientos negativos contagiaron mi percepción de otras metas personales. Incluso mis metas que no eran directamente financieras, se veían opacadas por mi dificultada al invertir. Por ejemplo, tener hijos y un hogar agradable para vivir me parecía un sueño imposible en ese momento. Esta dificultad (normal) de ser un inversionista novato y tener buenos retornos estaba oscureciendo mi visión todo lo demás. En realidad no era que hubiera perdido el control de mis finanzas, solamente era una parte de ellas que estaba siendo más difícil de lo esperado y estaba nublando mi visión con sentimientos negativos.

No te rindas - Inversión

En estos momentos, con los desafíos del 2020, puede suceder que tengas dificultades específicas y ellas hagan que quieras renunciar tus objetivos mayores. Es posible que todo lo que esté  sucediendo te haga dudar de la relevancia de tus objetivos para un futuro incierto. Trata de entender de dónde viene la negatividad.

Un otro ejemplo es el caso de mi amiga Manuela, ella tiene el sueño de cambiar de trabajo. Para esto ella está estudiando en la universidad durante los fines de semana para obtener un título universitario y aplicar a otro puesto. Está  yendo bien en todas las materias con excepción de la clase de estadística que está perdiendo. Esto hace que todo parezca desesperado, incluyendo su sueño de cambiar de trabajo. Ella tiene que detenerse por un momento, para darse cuenta que el problema no es el sueño de cambiar de trabajo, sino únicamente con esa clase de estadística.

2. Pon el objetivo mayor en pausa y concéntrate en resolver los problemas menores

Por un momento deja preocuparte por tu objetivo mayor. Ponlo en pausa. No te preocupes. En cambio, trata exclusivamente con lo negativo.

Cuando me sentía tan negativo con respecto a mis objetivos generales de vida, me di cuenta de que la sensación de negatividad provenía de mi dificultad para invertir. Entonces, me concentré en esto. Dejé de preocuparme por lo que podría estar haciendo dentro de unos años y concentré toda mi energía en aprender a invertir. Una vez estudié  y resolví este problema, me di cuenta de que los objetivos mayores que tenía para mí no solo parecían mucho más brillantes, sino que parecían mucho más cercanos también.

Con el ejemplo de Manuela, en lugar de simplemente abandonar su sueño de cambiar trabajo, se debe concentrar en mejorar su clase de estadística. Tal vez necesite retroceder y tomar una clase más básica primero para que esté lista para la clase más difícil. Puede que necesite reducir la carga de los demás cursos para que pueda dedicarle más tiempo a la estadística. Quizás necesite un buen compañero de estudio o grupo de estudio que la ayuden. Lo importante es concentrarse en resolver esa pieza negativa del rompecabezas.

3. Una vez resolviste el problema menor, vuelve a tu objetivo mayor

La solución del problema más pequeño no solo ayudará a aclarar las cosas, sino que también le dará algo de tiempo para que la imagen más grande se filtre un poco.

Con mi propio cambio financiero, descubrí que pasar tiempo muy concentrado en las inversiones y las finanzas me ayudó a reevaluar el panorama general. Para alcanzar mi plan de independencia financiera necesitaba tener un plan con varias fuentes de ingreso.

Manuela, en su caso, entendió que al esforzarse por comprender realmente la estadística, puede dedicarse a todo lo que necesita aprender para el cambio de su carrera.

Puedes descubrir que, después de centrarte en un aspecto negativo por un tiempo y mejorarlo un poco, todavía no encuentras el gran objetivo tan significativo. Ese puede terminar siendo el caso, y eso también  está bien. Sin embargo, una cosa que he encontrado es que la experiencia que obtienes reparando ese negativo más pequeño a menudo abre nuevas puertas. Es posible que te encuentres con una dirección completamente nueva en la vida. Y eso está bien.

Recuerda: No te rindas

A veces tener ganas de rendirse está bien. Es una sensación normal cuando estás abordando algo grande, especialmente cuando te das cuenta de que no es tan fácil como pensabas inicialmente. En ese momento, un enfoque realmente bueno es respirar hondo, pasar un tiempo pensando en lo que realmente te preocupa, poner el gran objetivo en pausa y realmente abordar esa parte difícil. Una vez que abordemos esa parte difícil, da un paso atrás y mira el nuevo paisaje. Puedes encontrar un antiguo gran objetivo revitalizado, o puedes encontrar un nuevo camino iluminado para ti.

¡Buena suerte y no te rindas!

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