¿Tú tienes esta cualidad? De ser así, tus probabilidades de tener éxito son mayores

En la década de 1960, un profesor de Stanford llamado Walter Mischel comenzó a realizar una serie de importantes estudios psicológicos. En sus experimentos, Mischel y su equipo evaluaron a cientos de niños, la mayoría de ellos de entre 4 y 5 años, y revelaron lo que ahora se cree que es una de las características más importantes para el éxito en la salud, el trabajo y la vida.

Hablemos de lo que sucedió y lo que es más importante, de cómo puedes usarlo.

El experimento del malvavisco

Lo primero que hacían durante el experimento era llevar a cada niño a una habitación privada, sentarlo en una silla y colocar un malvavisco en la mesa frente a ellos.

Experimento del malvavisco - Éxito

En este momento, el investigador le ofrecía un trato al niño: “Voy a salir de la habitación y si no te comes el malvavisco mientras esté fuera, entonces serás recompensado con un segundo malvavisco. Sin embargo, si te comes el primero antes de que regrese, no te daré un segundo malvavisco”.

La decisión del niño era simple, un dulce ahora o dos más tarde.

El investigador salió de la habitación durante 15 minutos.

¿Te imaginas a los niños durante la espera? Algunos niños sin aguantar se levantaron de un salto y se comieron el primer malvavisco tan pronto como el investigador cerró la puerta. Otros se movieron, saltaron y se deslizaron en sus sillas mientras intentaban contenerse, pero finalmente cedieron a la tentación unos minutos después. Y finalmente, algunos de los niños lograron esperar todo el tiempo necesario para conseguir el segundo malvavisco.

El estudio completo fue publicado en 1972, con el nombre de “The Marshmallow Experiment”. Sin embargo, la parte interesante llegó varios años después.

El poder de la gratificación retrasada

A medida que pasaban los años y los niños crecían, los investigadores realizaron estudios de seguimiento y siguieron el progreso de cada niño en varias áreas. Lo que encontraron fue sorprendente.

Los niños que habían  retrasado su gratificación y esperaron para recibir el segundo malvavisco terminaron teniendo puntajes más altos en el Examen SAT (examen estandarizado para la admisión de las universidades de Estados Unidos para evaluar la preparación de los estudiantes), tuvieron también niveles más bajos de abuso de sustancias, menor probabilidad de obesidad, mejores respuestas al estrés, mejores habilidades sociales, según lo informado por sus padres, y en general, mejores puntuaciones en una variedad de otras medidas de vida.

Como parte del estudio, los investigadores acompañaron el desarrollo de cada niño durante más de 40 años. En todas las ocasiones descubrieron que el grupo de niños que esperó pacientemente paraganar el segundo malvavisco tuvieron más éxito en cualquier capacidad que estuvieran midiendo. Es decir, el experimento demostró que la capacidad de retrasar la gratificación era un criterio fundamental para el éxito en la vida.

Una vez conoces esto y prestas atención  te darás  cuenta que existen ejemplos muy claros en el día  a día:

  • Si retrasas la gratificación de ver televisión y haces tu tarea antes, aprenderás  más y obtendrás mejores calificaciones.
  • Cuando retrasas la satisfacción de comprar postres y patatas fritas en la tienda, comerás más sano y serás más saludable
  • Si retrasas la satisfacción de terminar tu entrenamiento temprano y haces algunas repeticiones más, entonces serás más fuerte

El éxito generalmente se reduce a elegir la disciplina sobre la facilidad de distracción. Y de eso se trata exactamente la gratificación retrasada.

Esto nos lleva a una pregunta interesante: ¿algunos niños tenían naturalmente más autocontrol y por lo tanto estaban destinados al éxito? ¿O es posible aprender y desarrollar este rasgo importante?

¿Qué determina tu capacidad para retrasar la gratificación y tener más éxito?

Años después los investigadores de la Universidad de Rochester decidieron replicar el experimento del malvavisco, pero con un giro importante. Antes de ofrecerle al niño el malvavisco, los investigadores dividieron a los niños en dos grupos.

El primer grupo estuvo expuesto a una serie de experiencias poco fiables. Por ejemplo, el investigador le dio al niño una pequeña caja de crayones y le prometió traer una más grande, pero nunca lo hizo. Luego, el investigador le dio al niño una pequeña pegatina y prometió traer una mejor selección de pegatinas, pero nunca lo hizo.

Mientras tanto, el segundo grupo tuvo experiencias muy confiables. Les prometieron mejores crayones y los consiguieron. Se les informó sobre las mejores pegatinas y luego las recibieron.

¿Te imaginas el impacto que estas experiencias tuvieron en la prueba del malvavisco? Como es de esperarse los niños del primer grupo no tenían motivos para confiar en que los investigadores traerán un segundo malvavisco y por lo tanto no esperaron mucho para comerse el primero.

Mientras tanto, los niños del segundo grupo estaban entrenando sus cerebros para ver la gratificación retrasada como algo positivo. Cada vez que el investigador hizo una promesa y luego la cumplió, el cerebro del niño registró dos cosas: primero,esperar la gratificación vale la pena y segundo , tengo la capacidad de esperar. Como resultado, el segundo grupo esperó un promedio de cuatro veces más que el primer grupo.

Con este estudio se comprendió que la capacidad del niño para retrasar la gratificación y mostrar autocontrol no era un rasgo predeterminado, sino que se verá afectado por las experiencias y el entorno que lo rodeaba. Es más, los efectos del medio ambiente fueron casi instantáneos. Solo unos minutos de experiencias confiables o no confiables fueron suficientes para impulsar las acciones de cada niño en una dirección u otra.

Es posible mejorar el retraso en la gratificación

En los años recientes, El experimento del malvavisco se ha vuelto particularmente popular. Seguramente lo encontrarás mencionado muchos libros de liderazgo, motivación e de finanzas personales. Y, a pesar que los datos ayudan a definir cuales son las características que influyen en el éxito de una persona, recuerda que la vida humana es mucho más compleja que eso. No podemos pretender ni concluir que una elección que haga un niño de cuatro años determinará el resto de su vida.

experimento del malvavisco niñez - éxito

Lo que sí podemos concluir, es que para alcanzar el éxito en algo, en algún momento necesitarás encontrar la capacidad de ser disciplinado y actuar en lugar de distraerte y hacer lo que es fácil. El éxito en casi todos los campos requiere que ignores hacer algo más fácil (retrasar la gratificación) en favor de hacer algo más difícil (hacer el trabajo y hacer tus repeticiones).

Entonces, ¿Qué podemos hacer para aumentar nuestro éxito?

Todos podemos entrenar nuestra capacidad para retrasar la gratificación, al igual que podemos entrenar nuestros músculos en el gimnasio. Tú  puedes hacerlo al igual que el estudio del grupo de niños donde el investigador prometió algo pequeño y luego lo entregó. Si repites esto una y otra vez, le estás  dando dos lecciones importantes a tu cerebro: primero, sí,, vale la pena esperar y segundo, sí, tengo la capacidad para hacer esto y voy a conseguirlo.

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